El edificio conocido como "Costurero de la Reina",cerrado hace tres años para su restauración, prevé su apertura antes del verano. Albergará en la planta baja una sala de información turística, en la primera planta, una sala expositiva vinculada con el proyecto «Itinerario Tematizado del 29» y en su azotea ofrecerá un mirador hacia el Guadalquivir y el Parque de María Luisa .
La restauración se está llevando a cabo en la fachada (recuperación del cromatismo original, balcones y elementos decorativos -columnas, vidrieras, cerámicas-), en el interior tratándose suelos y techos y habilitándose, además, para incorporar un ascensor, y en sus alrededores, con la recuperación de una zona verde de unos 300 metros cuadrados y el cambio de las farolas por focos empotrados en el suelo.
Haciendo un poco de historia, podemos decir que este edificio fue mandado construir por el Duque de Montpensier al arquitecto Juan Talavera en 1893. Formó parte del Palacio de San Telmo, residencia del citado Duque, siendo el pabellón del guarda de los jardines. Es el primer edificio de estilo neomudéjar construido en Sevilla, ya que la mayoría de construcciones que encontramos de este estilo en la ciudad están realizadas en el primer tercio del siglo XX.
Su nombre se debe a la leyenda romántica que sitúa a la Reina María de las Mercedes, esposa del rey Alfonso XII e hija del Duque de Montpensier, bordando su ajuar de novia en este idílico edificio.
Con esta recuperación contaremos en Sevilla con un nuevo reclamo turístico. Seguro que en unos meses cuando paseemos por el Parque de María Luisa seremos cazados en más de una fotográfia tomada desde las alturas del costurero. Esperemos que las frondosas copas de los árboles nos libren de tales objetivos indiscretos.
1 comentario:
Cuando llegábamos, una voz tenía que avisar a tía Carmen de nuestra presencia. Con gran alegría nos abría la pequeña cancela y mandaba al otro extremo del jardín a los gansos. Era una casa mágica con formato de castillo, sin paredes en las dos plantas y una escalera de caracol para comunicarlas. La cama, regalada por la Reina, era la más grande del mundo, de hierro forjado con adornos de oro (latón). Yo no conocí a Manuel Garrido, Jardinero Mayor del Parque, tío abuelo de mi madre pero disfruté de su encanto.
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