“La Participación ciudadana es un cambio de mentalidad en la forma de gobernar”
El pasado miércoles 13 de Febrero tuvo lugar en la “Casa Grande” de Ayamonte (Huelva) una conferencia de Izquierda Unida para dar a conocer la viabilidad de una de sus últimas mociones que tiene que ver con Los Presupuestos Participativos.
En esta conferencia intervinieron Rafael García Camacho (Portavoz del Grupo municipal I.U) Antonio Miravent Martin (Candidato al senado por Huelva) y Paula Garvín (Responsable del Área de Participación Ciudadana y Ex –teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Sevilla)
Para realizar el diagnóstico de la Red de Centros Cívicos de Sevilla tuvimos que sumergirnos de lleno en el concepto de participación. La participación ciudadana está relacionada con la democracia participativa y directa y basada en una serie de mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte del gobierno o de un partido político. A mí ni me interesa ni me quita el sueño la política, la verdad, pero no puedo entender cómo desde ayuntamientos como el de mi pueblo, que se enorgullecen de apoyar propuestas innovadoras, se le de la espalda a propuestas como estas. Supongo que la causa no es otra que el miedo que conlleva el hecho de que todos podamos decidir o simplemente el puro desconocimiento ya que, como señalaba Paula Garvín, los presupuestos participativos funcionan en sólo 19 municipios andaluces.
Durante su intervención, Paula Garvín explicó el proceso de elaboración de los presupuestos participativos partiendo de su experiencia en el Ayuntamiento de Sevilla. Señaló que son 2000 los municipios en el mundo que trabajan con estos presupuestos, de los cuales 24 son españoles y 19 andaluces. Todos estos municipios trabajan en red y se reúnen anualmente en un foro mundial, donde se trabaja con el apoyo teórico profesional de sociólogos e investigadores.
Los presupuestos se deciden en Asamblea, se elabora la carta magna, es decir, el autoreglamento. Luego el documento llega al pleno del Ayuntamiento donde se acata y da cumplimiento. Cada año se revisa y se corrige. Se trata de un proceso pedagógico ya que enseña constantemente a la ciudadanía a participar, a dinamizar su colectivo social y a detectar problemas de su territorio, todo ello con los técnicos de participación ciudadana.
De cada Asamblea un delegado es el encargado de examinar la viabilidad económica de las propuestas, visitando in situ las mismas.
Por orden se van adjudicando las propuestas que tiene más apoyo hasta agotar los recursos económicos disponibles.
Lo que se decide en la Asamblea es vinculante para el gobierno.
Garvín habló de la existencia de los llamados “Grupos motores”. Son grupos de voluntarios encargados de dinamizar a los vecinos para que presenten sus propuestas. Su misión es hacer de intermediarios entre los técnicos y la ciudad civil.